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Viejo Mundo y Nuevo Mundo

Definitivamente existe una gran diferencia entre el viejo mundo y el nuevo mundo, tanto en estructuras, construcción, costumbres, alimentación y cultura, como en el tamaño de las calles, los autos y los espacios internos de las casas de habitación.


En América, los carros llegan hasta enfrente de la puerta del lugar hacia donde te diriges, y te dejan allí mismo. En Europa, tienes que estacionar donde encuentres, donde haya un espacio libre, muy difícil, por cierto, aún en los estacionamientos pagados, en las calles.


Pero algo que definitivamente marca una diferencia, es el espacio de los cuartos de ducha, donde no puedes ni darte vuelta para jabonarte, porque tus codos pegan con las paredes laterales.


Uno pensaría que por ser ciudades y países tan madurados por el tiempo y tan estables económicamente, no encontraríamos en las calles y aceras, esa gran cantidad de indigentes, que tristemente pude ver en Sevilla.


El pan sobreabunda en cada tiempo de comida, sin embargo, la mayoría de los habitantes, no son obesos, ¿sabes por qué? Porque ellos caminan muchísimo, como parte de su rutina diaria, en el ir y venir de la casa al trabajo y viceversa. La gran mayoría prefiere desplazarse usando el transporte público, para evitar el tener que buscar y encontrar un espacio para estacionar. De esa manera, caminan mucho para ir hacia las estaciones de trenes o buses o metro.


Cuando buscas almuerzo en un restaurante más allá de las 3:00 p.m. te darás cuenta que tristemente sólo te queda esperar a que vuelvan a abrir a las 8:30 p.m. En ese período, muchos se dedican a dormir la siesta.


Cualquiera pensaría que ellos son menos productivos porque descansan mucho, sin embargo, estoy convencida que ese tiempo que dedican para tomar un café o un refresco o cerveza, en la plaza, debajo de una sombrilla, mientras conversan con sus amigos, es tiempo invertido y no perdido, es tiempo de calidad, donde descansan su cerebro y sus músculos, para retomar energía y así volver a la faena.


No sería muy fácil para un norte americano adaptarse al estilo de vida de un país de Europa. Quizás es más aceptable para un latinoamericano, cuyas raíces están en Europa. Lo cierto es que en todo hay ventajas y desventajas. Mientras tanto, no pensemos mucho y tratemos de disfrutar todas las bendiciones que tenemos en el lugar donde hoy vivimos, sin estar deseando lo que no tenemos, porque seguramente irá acompañado de lo que no nos gusta.

"No pensemos mucho y tratemos de disfrutar todas las bendiciones que tenemos en el lugar donde hoy vivimos, sin estar deseando lo que no tenemos, porque seguramente irá acompañado de lo que no nos gusta."

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