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Todo es Relativo

Todo en la vida es relativo, por eso muchas veces es difícil opinar sobre una situación, o valorar los efectos de esta, ya que está relacionado a quién lo observa y cómo lo está viendo.


Por ejemplo, conversábamos hace unos días, con amigos que no veíamos hace unos diez años, por lo que comenzamos a recordar los buenos tiempos vividos en el pasado. Hacer memoria de momentos agradables es siempre muy reconfortante y nos activa para revivir algunas cosas que se han adormecido.


Nos llenábamos la boca hablando de experiencias espirituales que tuvimos en una aldea, posicionada en una montaña, que solíamos visitar hace muchos años. Realmente fue maravilloso lo vivido allí. Pero resulta que ya no se escucha hablar de esas experiencias gloriosas de antaño. Entonces llegamos a la conclusión que tiene que ver con que “el desarrollo” llegó a la montaña. Hoy día, ya hay energía eléctrica, con lo cual llegaron también los televisores. Ya hoy existen antenas de telefonía celular, las personas andan bien comunicadas, pero tal vez todos estos avances, han contribuido a que los habitantes de distraigan y dediquen su tiempo a mantener conversaciones vía whatsapp o similar. Ahora suben fotos al Facebook o a Instagram. Ahora pueden ver mensajes en Youtube, cuanto quieran. Ahora hay menos tiempo para tener comunión íntima y privada con Dios.


Según sea la persona que hoy llegue a esa montaña, unos dirán: ¡Cuánto se ha desarrollado este lugar! ¡Cuánto avance y cuánta prosperidad llegó! Pero habrá otros que lo mirarán con ojos diferentes y dirán: ¡Qué lástima, este lugar se arruinó! Como verán, todo es relativo.


¿En qué consiste el avance y el desarrollo, para ti? ¿Tiene que ver con tecnología solamente? ¿O será que el desarrollo tiene que ver con la mayor capacidad del ser humano de captar las instrucciones de Dios, para conocerlo más a Él, y entender mejor nuestro propósito en esta tierra?


Todo es relativo, aún los conceptos de alto y bajo, o de gordo y flaco, o de joven y viejo. Cuando tú tienes 60 años, comienzas a pensar que todos los que son de tu edad, están jóvenes. Porque los miras con la relatividad de tus propios ojos.


Veamos con los ojos de Dios, apreciemos con la mirada de Él, tanto el desarrollo, como la importancia de mantener la presencia divina en los lugares, sean valles o montañas, sean ríos o mares, que Su presencia permanezca, para que la vida nunca deje de fluir y la luz nunca deje de alumbrar. Se puede tener desarrollo, sin perder la presencia de Dios.

"Se puede tener desarrollo, sin perder la presencia de Dios."

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