Hace muchos años, cuando mi padre aún vivía, un día, maravillado por la invención del aparato para enviar y recibir “Fax”, nos dijo a mi madre y a mí: Hoy si ya me puedo morir, porque he podido conocer este gran invento, el “Fax”. Mi padre no llegó a conocer el teléfono celular, ni las “tablets”, ni el internet, nada de las telecomunicaciones.
El avance tecnológico de las comunicaciones, ha facilitado la vida de muchos y ha propiciado grandes pasos y saltos en la industria, la ciencia y muchas otras áreas. Sin embargo, creo que, de alguna manera, le ha robado la sencillez y la parte emocionante, por ejemplo, a la lectura de libros, inclusive a los cuentos y novelas.
Nada más tierno que un padre o una madre, leyéndole a sus hijitos el cuento clásico en un pequeño libro ilustrado para niños, en su misma cama, antes de ir a dormir. Esto tiene un valor incalculable para la sanidad emocional y la identidad del niño.
¿Alguna vez te has puesto a pensar que los cuentos clásicos tuvieron un gran éxito en su época, pero que no tendrían sentido en pleno Siglo XXI en que se vive de manera distinta, pero, sobre todo, porque estamos muy bien comunicados a través del teléfono celular, mediante el whatsapp o texto o Messenger y demás?
Si la mamá de Caperucita hubiese tenido un celular moderno, le podría haber dado seguimiento a su hija con el GPS del teléfono, quizás colocándolo en la cesta, para evitar que el lobo llegara antes y se hiciera pasar por la abuelita, para tenderle una emboscada.
Piensen en Blanca Nieves y los siete enanitos, o en La Cenicienta, o en Hansel y Gretel, o Pinocho y Guepeto. Por donde quiera que lo vean, si estos personajes hubieran tenido acceso a un celular, la comunicación habría evitado el desastre final, o le habría privado al cuento de la intriga, la emoción o el suspenso; o más bien, del desenlace esperado y emocionante. Con el celular, no se queda nada a la imaginación.
Ahora bien, ¿has pensado que la tecnología sigue avanzando y que la inteligencia virtual nos sorprenderá cada día más y más? ¿Te has puesto a meditar qué inventos van a surgir en el futuro cercano, que podrían haber echado a perder algo de lo que disfrutamos, hoy día?
¿Has pensado en un mundo lleno de robots? ¿Te imaginas cómo irá a ser todo a nuestro alrededor con el desarrollo y mayor aplicación cada día, de los hologramas y las impresoras 3D? Mi única recomendación es que disfrutes hoy todo lo que puedas, porque quizás mañana será menos emocionante que hoy.
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