Dice la canción que de las lunas, la de octubre es más hermosa. Es durante este mes, que más se manifiesta la estación de otoño en varios países del mundo, haciendo visibles los colores de las hojas de los árboles, en la gama de los anaranjados, yendo del amarillo al rojo. Este es el mes en que en mi país, Honduras, existe ahora una vacación prolongada, para motivar a los ciudadanos a vacacionar.
Pero este año en particular, octubre es todavía más interesante y especial, porque estamos en la antesala de las elecciones del gobierno de nuestro país. Es un tiempo para orar y meditar, acerca de cómo vamos a entregar nuestro voto, cómo vamos a elegir a los gobernantes que le convienen al país. Son muchas las personas que se acercan a nosotros para preguntarnos, por quién deberían votar.
Ejercer el sufragio es un derecho ciudadano, pero además, es una gran responsabilidad. Cada voto cuenta y es importante, es por eso que no deberíamos desaprovechar la oportunidad de entregarlo correctamente, después de meditar y orar y recibir dirección de Dios. No votemos por el color que siempre caracterizó a la familia, sino, hagámoslo con conciencia y responsabilidad, como si el futuro de nuestra nación dependiera de tu voto.
Una vez que hayamos limpiado nuestro corazón de afiliaciones políticas o de colores, podemos revisar cada aspecto importante para poder elegir a un gobernante, que pasará a ser un líder nacional con autoridad sobre muchos. Puedo ayudarles con algunas preguntas que debemos hacernos y respondernos antes de tomar una decisión:
¿Este candidato proviene de un hogar con bases de honestidad y rectitud?
¿Este candidato tiene un hogar propio, bien conformado, con valores morales evidentes?
¿Este candidato, tiene pensamientos o ideas acordes con la Biblia, o sus principios espirituales?
¿Este candidato denota humildad en sus acciones?
¿Este candidato tiene una mentalidad progresista realista?
¿Este candidato tiene amor y estima por nuestro país y sus habitantes?
¿Este candidato tiene un historial limpio, en cuanto a integridad y demás?
¿Este candidato tiene la capacidad para hablar respetuosamente y para representarnos ante los países de la tierra?
Pero por encima de todo esto, preguntémonos, ¿cuál es el sentir que ha puesto Dios en mi corazón, con lo cual tengo paz interior? Te deseo lo mejor.
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