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Diseño Original

Actualizado: 20 sept 2021

Hoy es uno de esos días en que me han visitado las memorias de jóvenes que un día estuvieron cerca, involucrados en el servicio, fieles y definidos. Muchachos talentosos que ponían sus habilidades y destrezas al servicio del Señor y las personas.


Uno puede preguntarse, ¿qué ocurre en la mente y el corazón de los jóvenes, quienes después de estar tan apasionados por algo, pueden cambiar de opinión, o de actitud?


¿En qué momento comenzó a perderse el interés por lo que antes era parte de su vida? ¿O acaso fue algo súbito e inesperado lo que los llevó al cambio drástico? Habiendo convivido de cerca con estos muchachos, no puedo decir que lo de ellos era sólo apariencia, no, ellos ponían su vida y corazón en lo que hacían. No parecía ser solamente una emoción pasajera, yo hubiera asegurado que era convicción plena.


¿Podríamos decir que el pecado los asedió hasta hacerlos desistir de su propósito original y diseño divino? Pero las Escrituras nos dicen que nadie es tentado desde afuera, sino por la concupiscencia del corazón. ¿Será entonces que esa concupiscencia había estado encubierta o solapada, pero un día quedó expuesta y la tentación hizo su trabajo, activando la iniquidad interior?


¿Dónde quedaron los planes y proyectos de aquél músico virtuoso que tocaba para Dios? ¿Qué se hicieron los sueños de aquél muchacho que amaba trabajar con niños y enseñarles canciones?


Un día, cada uno tomó su rumbo, sin preguntar ni pedir consejo. Poco a poco comenzaron a gustar de los atractivos de este mundo, se involucraron lentamente, hasta que sutilmente olvidaron cuál era su diseño, establecido por Dios desde la eternidad. Se fue borrando de su conciencia el hecho de que no se deben a sí mismos, sino que son pertenencia del Dios que los creó y que un día los salvó.


Este es uno de esos días en que creo firmemente que nuestro Dios es sensible a nuestra oración, cuando le recordamos acerca de estos jóvenes, y otros ya no tan jóvenes, que un día pactaron con Él. Hoy tengo la fe para seguir creyendo que pronto los veré retornar, en busca del diseño original, porque solamente cuando cumplimos aquello para lo cual fuimos creados, encontraremos plenitud.


Entonces tendré los brazos abiertos para darles la bienvenida.


"¿Dónde quedaron los planes y proyectos de aquél músico virtuoso que tocaba para Dios?"

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